Esta imagen muestra a mi hija mayor Jennifer quién estudia en la Academia de Bellas Artes San Alejandro En Marzo del 2020, el coronavirus llegó a Cuba y con él todos los temores y las incertidumbres para cualquier ser humano, en mi caso que tengo dos hijas, al igual que el resto de los estudiantes permanecieron en casa durante casi un año, yo como fotógrafa me sentía limitada para hacer mi trabajo y por primera vez convertí a mis hijas en el sujeto a fotografiar para hablar de sus sueños pospuestos, en el caso mi hija Jennifer que estudia Grabado en la Academia de Bellas Artes San Alejandro, cada día hacía sus bocetos y trabajaba el linóleo sin poder cerrar el ciclo a través de la impresión o exposición de todas estas ideas que surgieron durante el encierro.